Esta es la primera practica que voy a realizar, en esta ocación, escogí una historia corta infatil y la convertí en un dialogo teatral. Esta lleva el titulo de "La cara perfecta" (el link: http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/la-cara-perfecta). La historia la tomé como molde, es decir, me basé en ella e hice, como dije anteriormente, un dialogo teatral dirigido a niños pequeños. Obviamente es una practica.
Trata sobre un pequeño muñeco que no tenía rostro, este mismo tuvo la suerte de encontrar un lápiz para poder dibujarse él mismo un rostro, sin embargo, como quería tener la cara perfecta y que le guste a todos, no tomaba la decisión de cual rostro elegir.
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Jack: ¿Pero qué crees que haces? Romperás ese espejo con lo fea que eres.
Mamá: [Mirando a sus dos hijos] Bien, ¿saben qué? Les contaremos una historia, no, su papá les va a contar una historia.
Papá: [susurrando] ¿En serio? ¿Por qué yo?
Mamá: Porque sí.
Papá: Okey, había una vez un muñeco de papel que no tenía cara. Estaba perfectamente recortado y pintado por todo el cuerpo, excepto por la cara. Pero tenía un lápiz en su mano, así que podía elegir qué tipo de cara iba a tener ¡Menuda suerte! Por eso pasaba el día preguntando a quien se encontraba:
Al muñeco le encantó la idea, y la nube hizo para él todo tipo de caras. Pero ninguna era lo suficientemente perfecta.
Trata sobre un pequeño muñeco que no tenía rostro, este mismo tuvo la suerte de encontrar un lápiz para poder dibujarse él mismo un rostro, sin embargo, como quería tener la cara perfecta y que le guste a todos, no tomaba la decisión de cual rostro elegir.
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En la habitación de Jade, la niña se encontraba frente a un espejo, probándose unos moños.
Jade tiene seis años y Jack tiene ocho.
Ambos discutían sobre quién era más guapo.
Jade: ¡Oh, pero que bonita soy! ¿Este moño me quedará bien? De seguro. ¡Oh sí, me queda precioso! ¡Me encanta!
Jack entra al cuarto al ver a su hermana haciendo muecas frente al espejo del baño.
Jack: ¿Pero qué crees que haces? Romperás ese espejo con lo fea que eres.
Jade: ¿Fea? ¿Yo? ¡¿Qué te pasa?! ¡Yo soy hermosa!
Jack: [Riendo] Tan hermosa como Susy Días.
Jade: [Gritando] ¡Mentiroso! ¡Yo soy preciosa! Es solo que tú eres un envidiooooso, como eres taaaan feo.
Jack: ¿Feo? ¡Ja! Si claro. La fea aquí eres tú, enana.
Jade: [Gritando] ¡No es cierto!
Jack: [Gritando] ¡A qué sí!
Jade: [Gritando] ¡Mentiroso!
Jack: Yo solo digo la verdad.
Jade: [Gritando] ¡Mamá! ¡Jack me está molesta!
Mamá: ¡No molestes a tu hermana, Jackie!
Jade: [riendo] ¿Oíste eso, JACKIE? ¡JACKIE!
Jack: [Avergonzado] ¡Cierra la boca, Jade! ¡Tú eres fea y…y…tonta!
Jade: [Nuevamente molesta] ¡Mamá! ¡Ven, ven, Jack sig
La madre llega corriendo al oír los gritos, mira a Jack molesta.
Mamá: [Gritando] ¡Jack!
Jack: [Gritando] ¡Papá!
El papá llega corriendo al oír que lo llaman.
Papá: ¿Qué pasa, niños?
Jade: Jack me está molestando, él me ha…me ha dicho que soy fea…y tonta…que mamá soy igualita a mamá.
Mamá: [Mirando a Jack] ¿Eso es cierto, niño?
Jack: [Mirando a su mamá] ¡Claro que no! ¡Ella está mintiendo!
Papá: ¿Cómo podemos creerte?
Papá: [Mirando a Jade] Tú no mientes, ¿verdad, Jade?
Jade: [Mirando a su papá] Claro que no.
Jack: [Gritando] ¡Miente! ¡Créanme!
Papá: [susurrando] ¿En serio? ¿Por qué yo?
Mamá: Porque sí.
Papá: Okey, había una vez un muñeco de papel que no tenía cara. Estaba perfectamente recortado y pintado por todo el cuerpo, excepto por la cara. Pero tenía un lápiz en su mano, así que podía elegir qué tipo de cara iba a tener ¡Menuda suerte! Por eso pasaba el día preguntando a quien se encontraba:
- ¿Cómo es una cara perfecta?
- Una que tenga un gran pico - respondieron los pájaros.
- No. No, que no tenga pico -dijeron los árboles-. La cara perfecta está llena de hojas.
- Olvida el pico y las hojas -interrumpieron las flores- Si quieres una cara perfecta, tú llénala de colores.
Y así, todos los que encontró, fueran animales, ríos o montañas, le animaron a llenar su cara con sus propias formas y colores. Pero cuando el muñeco se dibujó pico, hojas, colores, pelo, arena y mil cosas más, resultó que a ninguno le gustó aquella cara ¡Y ya no podía borrarla!
Y pensando en la oportunidad que había perdido de tener una cara perfecta, el muñeco pasaba los días llorando.
- Yo solo quería una cara que le gustara a todo el mundo- decía-. Y mira qué desastre.
Un día, una nubecilla escuchó sus quejas y se acercó a hablar con él:
- ¡Hola, muñeco! Creo que puedo ayudarte. Como soy una nube y no tengo forma, puedo poner la cara que quieras ¿Qué te parece si voy cambiando de cara hasta encontrar una que te guste? Seguro que podemos arreglarte un poco.
Al muñeco le encantó la idea, y la nube hizo para él todo tipo de caras. Pero ninguna era lo suficientemente perfecta.
- No importa- dijo el muñeco al despedirse- has sido una amiga estupenda.
Y le dio un abrazo tan grande, que la nube sonrió de extremo a extremo, feliz por haber ayudado. Entonces, en ese mismo momento, el muñeco dijo:
- ¡Esa! ¡Esa es la cara que quiero! ¡Es una cara perfecta!
- ¿Cuál dices? - preguntó la nube extrañada - Pero si ahora no he hecho nada...
- Que sí, que sí. Es esa que pones cuando te doy una abrazo... ¡O te hago cosquillas! ¡Mira!
La nube se dio por fin cuenta de que se refería a su gran sonrisa. Y juntos tomaron el lápiz para dibujar al muñeco de papel una sonrisa enorme que pasara diez veces por encima de picos, pelos, colores y hojas.
Y, efectivamente, aquella cara era la única que gustaba a todo el mundo, porque tenía el ingrediente secreto de las caras perfectas: una gran sonrisa que no se borraba jamás.
Mamá: ¿Entendieron, niños?
Jade: [Mirando a Jack] Lo siento.
Jack: No, yo lo siento, no debí decirte fea, ni mentir.
Tarik, el perro cubano: No tienen porqué pelear, son hermanos y los hermanos se quieren y se aman. Imagen que a uno de los dos les pasara algo terrible, se sentirían muy mal.
Los dos niños se miran y se abrazan.
Jack y Jade: Nadie es feo.
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